¿Dolores Estomacales?
Redacción M. D. Sylvia Jaramillo, Hematólogo - Oncólogo
St. David’s North Austin Medical Center
Si tú o tus hijos han sufrido de náuseas o dolor abdominal, podría ser algo más que un simple dolor estomacal. La Helicobacter Pylori (H. Pylori) es una bacteria que se aloja en el estómago y en el intestino delgado, es la responsable de más del 90 por ciento de las úlceras.
De acuerdo con el Centro de Prevención y Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), es una de las infecciones crónicas causadas por bacterias que afectan a dos tercios de la población alrededor del mundo, y su prevalencia es aún mayor en los países en desarrollo. En los Estados Unidos, la H. Pylori predomina entre los adultos mayores, hispanos y afroamericanos. Si no se trata a tiempo, una infección por H. Pylori puede generar cáncer estomacal.
En 1892, científicos identificaron a la H. Pylori como una causa de úlceras gástricas. Previo a esto, se creía que la comida picosa, el ácido o el estrés eran las causas mayores de úlceras. Los doctores empezaron a tratar las úlceras con antibióticos a partir del vínculo de la H. Pylori con las úlceras gástricas.
Luego de hacer un estudio entre pacientes de Sudamérica, el científico colombiano, Pelayo Correa, se enfocó en seguir el proceso en el que las úlceras gástricas causadas por la H. Pylori desarrollaban cáncer estomacal. Los pacientes con infecciones por H. Pylori son seis veces más propensos a desarrollar cáncer estomacal. Recientemente, el cáncer estomacal se ha disminuido significativamente, gracias a que hay un descenso el número de personas infectadas con H. Pylori.
¿Cómo evitar una infección por H. Pylori?
La Organización Mundial de la Salud ha catalogado la bacteria H. Pylori como un agente cancerígeno, o como una sustancia capaz de causar cáncer. Se puede encontrar en agua y comida contaminada. Todos pueden reducir el riesgo de padecer una infección por H. Pylori al consumir agua limpia, ingerir alimentos que hayan sido preparados correctamente y también al lavarse las manos minuciosamente antes de comer. Todas las medidas sanitarias son parte esencial para prevenir la infección, especialmente cuando se está tratando de reducir la infección en países en desarrollo.
Síntomas y señales de una infección por H. Pylori
Los síntomas de una infección con H. Pylori pueden ser confusos. Algunas personas experimentan reflujo, náuseas y dolor estomacal (aún cuando no se tienen úlceras gástricas). Otros síntomas pueden incluir mal aliento, gases excesivos, pérdida de apetito y deposiciones con sangre.
Diagnóstico y tratamiento para una infección por H. Pylori
Actualmente los médicos pueden identificar y diagnosticar a los pacientes con H. Pylori fácilmente. La bacteria puede detectarse con una prueba de aliento, prueba de deposición o examen de sangre. Los pacientes que presentan síntomas más severos pueden necesitar de una endoscopia, que permite a una cámara tomar imágenes del esófago, estómago y del recubrimiento intestinal. Una endoscopia permite también la toma de tejido para realizar una biopsia, con la cual puede demostrar la presencia de la bacteria.
Una infección por H. Pylori puede ser tratada efectivamente con antibióticos, que deberán tomarse por 10 a 14 días. El tratamiento generalmente causa algunos efectos secundarios. Una vez concluido el tratamiento se realizarán las pruebas necesarias para asegurarse de que el paciente esté libre de la bacteria.
Las investigaciones continúan en proceso para entender mejor cómo se puede reducir el riesgo de infección y las recaídas por la bacteria H. Pylori. También es importante mejorar la efectividad de los tratamientos para la H. Pylori ya que los pacientes infectados pueden desarrollar anticuerpos a la infección. Aunque aún no está disponible, está en desarrollo una vacuna para proteger a la gente, especialmente a los niños quienes están en mayor riesgo de infección, y de generar una inmunidad contra la bacteria H. Pylori.
Si tú o tu hijo desarrollan síntomas severos como, sangre en las deposiciones, visita a tu médico. Esta puede ser una señal de que existe un serio problema con el tracto digestivo. Si los exámenes determinan una infección causada por la bacteria H. Pylori, un ciclo corto de antibióticos puede curar la infección y reducir el riesgo de cáncer.