Liliana Beverido
Liliana Beverido
Mindful Empowerment Coach
Co-fundadora Amhiga Hispana
Conferencista / Speaker / Bailarina / Instructora de Salsa
¿Cómo nació tu negocio?
Mi negocio nació de la necesidad de poner en práctica mis dones y talentos al servicio del mundo. Cada vez eran más las señales que apuntaban a que ese era el camino que estaba abriendo la invitación desde hacía ya años para mi. Una tarde en una cena con mi esposo hablando de lo que yo quería de verdad hacer en la vida y que ya lo estaba haciendo, sólo que yo no lo consideraba o lo veía como negocio porque lo hacía simplemente porque traía gozo a mi alma. Mi esposo me dijo: “No sé realmente qué necesitas para hacerlo realidad, si yo tuviera tus dones y pudiera hacer lo que haces yo lo haría y me iría con todo, pero yo no los tengo, yo tengo los míos, esos los tienes tu, solo quiero decirte que allá afuera hay personas esperando tu mensaje, a que tú te decidas”. Al siguiente día puse mi renuncia en la empresa donde trabajaba y di ese salto de fe que aún y con miedo e incertidumbre fue la mejor decisión que pude haber tomado.
¿Qué diferencia existe entre tu negocio original y el actual?
Mi negocio original se enfocaba principalmente en talleres, facilitación de certificaciones, entrenamientos especializados a grupos, clases y consultorías. Esto siempre me llevaba al final a conectar con la gente directamente y me pedían sesiones uno a uno. Hoy un 80% de mi negocio es sesiones uno a uno y tengo el gusto y el honor de decir que todos son referidos o a raíz de mis certificaciones, entrenamientos o talleres y los entrenamientos a grupos, talleres y certificaciones sólo constituyen el 20% de mi negocio.
¿Cómo te preparas para crecer o mejorar tu negocio?
Me considero aprendiz de la vida, me encanta aprender y siempre busco crecer, así que quien me conoce sabe que no dejo de prepararme para poder ofrecer lo mejor a mis consultantes, estudiantes y clientes. Siempre estoy en alguna clase o entrenamiento. También tengo varias mentoras y coaches tanto en negocios como en las técnicas que manejo, mi terapeuta también me ayuda a mantenerme sana tanto mental como emocionalmente a sentirme equilibrada con las demandas de mi negocio, mi rol de mamá y de esposa.
Menciona una de las cualidades que te hacen más fuerte como emprendedora.
Creo que una de las cualidades más grandes que tengo como emprendedora es que la vida me ha enseñado a ser muy resiliente y optimista, he aprendido a ser flexible aún en las situaciones límites. Sé que soy capaz de sobreponerme a ellas y el optimismo me ayuda a ver más allá, utilizar las situaciones para crecer y desarrollar mi máximo potencial.
¿Cuál es tu fracaso favorito?
El querer ser como alguien más. Yo buscaba ser como las demás, como las personas que yo admiraba o las personas que se veían exitosas, o que para mí eran exitosas. Quise replicar el modelo, que bueno, aprender de quien admiras te ahorra muchos tropiezos, pero en realidad estaba perdiendo mi esencia, en el proceso me estaba perdiendo a mi por querer ser como alguien más. No era mi mensaje el que estaba entregando, mi forma particular de aplicar las técnicas era la de esas personas, me perdí.
En este proceso descubrí muchas voces que venían desde el miedo y entendí que sólo intentaban protegerme. Yo pensaba, ¿quién va a querer escuchar mi mensaje? ¿Quién va a querer tener una sesión conmigo si yo aun que hago lo mismo que muchos, lo integro de una manera diferente? Nadie lo hace como yo. Entendí que al tratar de ser como otras personas me estaba diluyendo, borrando mi esencia por tratar de ser, por pertenecer y ser algo ya preestablecido, por no querer ser “la diferente”.
Fue doloroso, pero entendí que realmente todos somos seres únicos y todos tenemos dones y talentos que nos hacen especiales y que allá afuera en el mundo hay personas que sí están esperando que tú te la creas para poder llegar a ti.
Así que ese fracaso me dio el regalo de confiar absolutamente en mí, mantener ese compromiso conmigo y con mi visión y esto ha sido una experiencia maravillosa y enriquecedora en mi vida.
¿Cuentas con algún mentor/a?
Sí, con varios. Y algunos de ellos son más jóvenes que yo, muchas veces tenemos la creencia que un mentor es alguien con experiencia, lo cual lo relacionamos con la edad, pero hay muchas personas jóvenes que están haciendo grandes cosas y que le traen una nueva visión fresca y diferente a nuestros emprendimientos.
¿Cuál es el mejor consejo que has recibido?
El mejor consejo que he recibido fue el mismo de varios de mis maestros, así que puedo decir fue, duro, directo y contundente. Cree en ti más que nadie en el mundo, cuando tú crees en ti, en tus dones y tus talentos, en lo que tienes para entregar al mundo, no habrá fuerza que te haga tambalear.
¿Podrías compartirnos un poco de tu rutina diaria?
Todos los días sin fallar desde hace 9 años, cada que despierto me estiro de manera intencional, presente, consciente, así como una estrella de mar, ocupo mi espacio en este mundo, sonrío y agradezco por la oportunidad de comenzar un nuevo día.
Medito o practico Mindfulness mínimo 15 minutos. Entonces entra la mamá que soy y hago desayuno y llevo a Luca mi hijo a la escuela, tomo un café o un té platicando con mi esposo, comienzo sesiones. Hemos creado un ambiente de colaboración en casa así que todos hacemos de todo y todos nos apoyamos. Hago ejercicio, todos los días trato de hacer algo, también hago el esfuerzo consciente de conectar con la naturaleza, admirar el cielo, el color de los árboles, la temperatura, eso me ayuda a estar presente. Algunos días entreno con mi equipo de baile. Desde hace 2 años, cada noche antes de dormir checo mi agenda para saber cómo está mi siguiente día y mis tiempos disponibles. Esto me ha cambiado la vida, me ha regalado un sentido de estructura, seguridad y certidumbre. Cada noche antes de dormir mi esposo y yo creamos el hábito de abrazamos y decirnos algo por lo que estamos agradecidos el uno del otro y 2 o 3 cosas por las que estamos agradecidos en general.
¿Cómo manejas el tema del balance personal con el profesional?
Este es todo un tema, soy muy entregada y a veces me he entregado tanto que me he perdido. Es complejo tener un balance total, es más no se si es cien por ciento posible, lo que me ayuda mucho es hacer chequeos conmigo misma. He aprendido a escucharme mejor, me pregunto cómo me siento, me aseguro de no saltarme comidas, de nutrirme y cuidarme. Hice un compromiso no negociable y así como me entrego a mis consultantes y mi profesión, me entrego a mi familia y mi tiempo de calidad con ellos es sagrado. También he aprendido que es necesario tener un balance de mí para mí, darme a mi tiempo de calidad, de conectar con amigas, de hacer algo que me llena o hace feliz. Yo también soy importante para mí.
¿Cuál ha sido uno de los mayores retos de ser emprendedora?
Dar el primer paso. Ya sea cuando comencé mi práctica profesional, a dar alguna clase, taller o certificación. Deseaba que todo fuera perfecto y tenerlo absolutamente todo (equipo, tecnología, oficina, etc), para que saliera bien y tener éxito. Esto es una ilusión, descubrí y con mis clientes lo sigo confirmando, que lo importante es dar el paso. El resto viene con el tiempo, incluso si no es perfecto, ya que podrás ir en el proceso probando, adaptando o cambiando tu producto, aquello que creías que era lo adecuado. Pero en la marcha realmente no funciona y entonces crear eso que quieres ofrecer al público.
¿Con cuántas personas cuentas en tu equipo?
Por el momento sólo soy yo en mi práctica.
¿Tienes algún pasatiempo? Platícanos de qué forma te ayuda.
Mi pasatiempo es bailar, soy bailarina e instructora de Salsa y ritmos latinos. Doy clases y presentaciones en eventos privados y con mi equipo en congresos y festivales de Salsa. El baile me cambió la vida, me ha dado tanto, estudiando la maestría en Mindfulness comprendí muchas cosas, el baile es también mindfulness en movimiento. Nos conecta con el aquí y el ahora, me ayudó a conectar con mi cuerpo, a regresar a mi, a manejar mis emociones, a conectar con otras personas sin hablar la misma lengua. Una de las lecciones más grandes que aprendí es el caerme y sin importar las veces que al practicar o bailando en el escenario suceda, levantarme, sonreír y volverlo a intentar con la misma emoción y ganas. Se dice que la vida da muchas vueltas, el baile me enseñó que las vueltas dan mucha vida.
Un consejo que puedas aportar para nuestras lectoras emprendedoras:
Mi consejo para ti emprendedora es el mismo que me dieron a mí, cree en ti, en tu mensaje, en tu producto, en tu servicio a la vida. Nos han enseñado que, para creer en nosotras, en lo que aportamos al mundo, en nuestros talentos, nuestro producto, primero tienen otros que creer y “aprobarnos” para entonces tener confirmación de que nuestro sueño, nuestro don, talento, producto o servicio “vale la pena” y entonces sí podemos nosotras confiar.
¡No! Es totalmente lo contrario, la confianza absoluta y el reconocimiento necesita venir de ti, necesitas creer en eso que aportas al mundo y lo que ofreces con todo tu ser, cuando el mundo ve eso, no puede haber otro resultado, contagias al mundo y no le queda más que creer en ti y quiere eso que tú ofreces porque no andas de puntillas a ver si hay “alguien” que le guste.
Vas fuerte, preparada y sabiéndote capaz y confiando en eso que tú ofreces.
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